Imagen/Pixabay   La apariencia de esta pieza de pollo a muchos nos puede parecer apetitosa, al igual que toda la carne de otras especies que...

La oscura realidad del huevo y el pollo que consumimos

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La apariencia de esta pieza de pollo a muchos nos puede parecer apetitosa, al igual que toda la carne de otras especies que consumimos bajo la idea de darle proteínas a nuestro organismo y estar saludables.


En otras presentaciones quizás menos apetecibles hemos visto los famosos nuggets de pollo, las alitas de pollo que son consumidas por muchos como una botana mientras ven algún partido de futbol, como en el pasado súper tazón de futbol americano. Y claro, no podemos olvidar el popular pollo del Coronel Sanders que se consume en varias partes del mundo y cuenta con poco más de 25,000 franquicias a las que se venden toneladas de carne de pollo todos los días. Aquí cabe la pregunta ¿A cuántos pollos hay que matar para poder suministrar las necesidades de esta cadena de restaurantes?


KFC cuenta con más de 25,000 franquicias en el mundo
 

Si uno observa la conducta zombi de la mayor parte de las personas que pasean en una plaza comercial en domingo, en primer lugar se puede observar esa absurda idea de fingir pertenecer a un grupo social con mayor poder adquisitivo - ya saben aquellos que se pasan la vida trabajando para comprar ropa y artículos de marcas conocidas -, algunos hacen largas filas para entrar a un restaurante de comida rápida y sentir que viven un poco el nefasto "estilo de vida americano" sin preguntarse de donde vienen sus deliciosas hamburguesas de pollo o su pollo frito empanizado, simplemente se limitan a pagar y comer.


Pero veamos... 

 

Anteriormente cuando pensábamos en una granja avícola podíamos ver hasta en películas de Disney al clásico granjero norteamericano, con su camisa a cuadros, pantalón con peto y sombrero de paja dando de comer maíz a gallinas contentas que se paseaban con sus pollitos en un corral amplio en donde recibían la luz del sol, el aire, y pisaban la tierra de donde en ocasiones podían sacar para comerse a una suculenta lombriz. Esto desde luego no implicaba que tanto la gallina como sus crías no fueran a terminar en una olla como parte de un guisado, sin embargo, al menos la mayor parte de estos granjeros trataban bien a sus animalitos porque se decía que así las gallinas ponían más huevos y de mayor calidad, además de que si estas gallinas terminaban su vida en la sartén la carne estaría más suave porque no habían vivido estresadas. Y no, no estoy a favor del consumo de carne de ningún tipo pero no les puedo mentir, he intentado ser vegano y no he podido evitar que me baje la presión aún con apoyo de un nutriólogo.


Esta imagen de la granja en donde los animales vivían en ambientes un poco más sanos antes de morir ya es muy rara en nuestros días, todavía hay algunas regiones en las que se consume huevo y pollo de buena calidad debido a que las gallinas son criadas de manera tradicional, viviendo en corrales y gallineros con mucho espacio y recibiendo alimento natural (si es que aún es posible).


En condiciones normales, una gallina pone cerca de 25 huevos al año, lo que en determinado momento no resultó buen negocio para algunos granjeros que buscaron nuevas maneras de aumentar la producción y así llenar sus bolsillos sin importar las condiciones de vida de los animales. Y así es como se da inicio a las granjas industriales, en donde estos animales viven hacinados en pequeñas jaulas dentro de naves industriales desde donde no ven la luz del sol ni un momento de su vida, son inseminadas artificialmente y se les alimenta con el único fin de engordarlos, por lo cual reciben dosis altas de hormonas y pienso con ingredientes transgénicos.


Una vez que las hembras son seleccionadas, esperan entre cuatro y cinco meses hasta que tienen edad para poner huevos, para ello son enviadas a las granjas industriales en donde se les somete a inseminación, permaneciendo por periodos de 21 horas con luz artificial para que no duerman y pongan más huevos, de esta manera llegan a poner un promedio de 200 huevos al año.


Una gallina vive normalmente cerca de ocho años, en el caso de las gallinas de granjas industriales no viven más de año y medio. La mayoría muere por enfermedades provocadas por las condiciones de hacinamiento.


Millones de gallinas viven en condiciones muy crueles para producir el huevo y la carne que consumimos/Pixabay


Si lo anterior nos parece cruel, es necesario mencionar que si la vida de una gallina dentro de una granja industrial es terrible, no es distinto para los machos, porque a estos se les considera inservibles y terminan siendo triturados en una máquina o asfixiados a poco tiempo de haber nacido.

 

Por si fuera poco, recientemente se ha dicho que el consumo de huevo no influye en el hecho de que una persona pueda sufrir problemas de colesterol alto, lo que sucede es que normalmente acompañamos los huevos con tocino o jamón que si tienen alto contenido en colesterol; a pesar de ello, se sabe que el consumo constante de huevo puede estar relacionado con la diabetes y enfermedades del corazón, y si a esto le agregamos que el aceite con el que se cocinan los huevos es también de mala calidad entonces tenemos todo un cóctel que puede convertirse en una bomba de tiempo.


Según el sitio Mayo Clinic, comer un huevo diario no implica ningún riesgo para la salud, pero seamos realistas ¿Quién demonios se come solo un huevo en el desayuno?, además si se trata de una persona ya declarada diabética no se recomienda su consumo.


Ya sea que se críe a las gallinas como ponedoras o sean seleccionadas para vender su carne, estos animales pasan por condiciones realmente crueles e inhumanas, es por ello que se han realizado investigaciones en las que se ha descubierto que el pollo para consumo humano, además de hormonas, antibióticos y residuos de los alimentos transgénicos que comen, contienen algunos tóxicos que probablemente tengan relación con la angustia y el terror que pasan estos pobres animales que viven pocos años alejados de la naturaleza sin vivir ciclos de celo normales, sin picotear y buscar alimentos sanos y sin dormir tranquilamente.


Si no eres vegano, al menos busca la manera de consumir pollos criados en granjas de campo y no en granjas industriales.



¿Huevos medicinales?


A principios de 2019 se dio la noticia sobre investigadores escoceses que habían modificado genéticamente a algunas gallinas para que pusieran huevos que contenían medicamentos para combatir enfermedades como la artritis y algunos tipos de cáncer. Según estos investigadores en un futuro no muy lejano sería posible criar a muchas gallinas con estas características y poder así comercializar los huevos con medicamento, lo que supuestamente saldría más económico que comprar en la farmacia de la esquina. 

 

Pero ¿De qué rayos estamos hablando? si sabemos ya como se las gasta la mafia de la industria farmacéutica, tema que ha formado parte de varias teorías consideradas conspirativas precisamente a raíz del surgimiento de la presente pandemia y las famosas vacunas "salva vidas" ¿Creen ustedes que aquellos que fabrican algunos de los medicamentos que no cumplen la finalidad de mantenernos saludables realmente sean tan caritativos y buenas personas para agregar sus malévolas creaciones en huevos para que la gente sane?... 

 

Creo que tal vez deberíamos considerar tener nuestra propia granja en donde pudiéramos criar animales y cultivar frutas y verduras, además de hierbas medicinales. Para los buenos médicos que no confían en la "Big Pharma" quizás lo mejor sea volver a la medicina ancestral.