En México y creo que en la mayor parte del continente americano la comida frita tiene mucho éxito, creo que es difícil resistirse a unas pap...

Frito sabe mejor

En México y creo que en la mayor parte del continente americano la comida frita tiene mucho éxito, creo que es difícil resistirse a unas papas fritas, pescado o pollo frito, aunque claro que las recetas de comida frita son infinitamente creativas.

 


 

La popularidad de esta manera de cocinar se debe a que el sabor es mucho más atractivo al paladar y aunque hay quienes colocan los alimentos fritos en una servilleta para ayudar a absorber el aceite, lo cierto es que es bastante lo que algunos alimentos absorben. Tal vez el problema no está en el exceso de aceite sino en la calidad del mismo, no es igual cocinar con aceite de maíz que con aceite de girasol o aceite de olivo, siendo este último la opción más saludable aunque más costosa si se trata de freír unas papas a la francesa por ejemplo.


El aceite natural de origen vegetal en realidad no es nocivo cuando se conserva virgen, el problema viene cuando en las empresas envasadoras de aceite es sometido a un proceso de "purificación" mediante el cual se eliminan algunos nutrientes como la vitamina A, vitamina E, los ácidos grasos no saturados o la lecitina que ayuda a controlar el colesterol. 


Una vez que el aceite entra en ese proceso se le agregan algunas sustancias como ácido sulfúrico para eliminar sustancias amargas, se deodoriza para que evitar aromas desagradables, se sobrecalienta para darle mayor transparencia y se le agregan algunos preservativos y antioxidantes. Obviamente, cualquier nutriente que poseía antes de este proceso queda totalmente eliminado, y no es muy diferente lo que sucede con las mantequillas, margarinas y quesos después de que son refinados. Este procedimiento aunado a los ingredientes que son agregados es lo que convierte al aceite comestible en peligroso si su uso es constante, mayormente si se calienta y se usa en varias ocasiones como normalmente sucede en restaurantes de comida rápida y en las quesadillas de "Doña Panchita".


Todas las botanas y productos "deliciosos y crujientes" de "comida chatarra" se elaboran con aceite refinado y cantidades industriales de sal, que tampoco es muy saludable en exceso. Además de que no contienen nutrientes son un peligro para las venas y arterias que se van bloqueando y con ello llegan a provocarnos problemas de salud severos como presión arterial alta, infartos cardíacos o incluso hemorragias cerebrales.


Y como dato adicional debemos resaltar el hecho de que nuestros antepasados aztecas no comían alimentos fritos ya que preferían cocer o asar sin el uso de grasa, los aceites llegaron con los españoles.


Así que piénsenlo dos veces antes de seguir comiendo frituras, botanas empaquetadas, las deliciosas papas de McDonald's y Burger King o el suculento pollo frito de Kentucky porque estarán dañando su organismo si lo comen de manera frecuente. En todo caso, lo mejor es usar aceites vírgenes como el aceite de olivo o el aceite de pepita de uva,  pero si la economía no lo permite, entonces es incluso más saludable la manteca natural de cerdo que los aceites procesados.