La mayor parte de las personas hemos crecido con la idea de que la leche de vaca es buena para la salud y el crecimiento, hace unos días estaba viendo una película de Arnold Schwarzenegger titulada "Detective en el kinder" en donde un policía se infiltra como maestro de jardín de niños para poder resolver un caso; en una de las escenas en donde aparece con sus alumnos en el salón de clases llega el momento en que reparte pequeños botes de leche entre los niños y les dice: "Tomen su leche si quieren crecer grandes y fuertes como yo", pero ¿Realmente ayuda la leche para el crecimiento de los niños?
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Algunos de los grandes mitos de la leche es que se dice que es una fuente importante de calcio y que puede frenar la osteoporosis, además de que es fuente natural de vitaminas A y D, y claro, para quienes han escuchado mi podcast "Revolución Espiritual" dirán que entonces miento porque menciono a la leche como fuente de vitaminas, lo cierto es que el porcentaje de éstas contenido en la leche no es el óptimo y creo que existen otras fuentes menos nocivas de las que se puede obtener estas vitaminas.
Por otro lado, se sabe que para digerir la leche de vaca se requiere de la enzima intestinal de la lactasa que solo tienen las crías para poder procesarla, por esta razón se sabe que la leche es menos digerible para algunas personas de origen asiático y los latinos (incluido el mexicano que se siente superman y presume que come hasta piedras y tornillos); los chinos y los japoneses por ejemplo, por eso prefieren la leche de soya.
Otra razón para evitar el consumo de leche de vaca es que tiene un alto contenido en grasas saturadas, lo que nos puede crear niveles altos de colesterol en la sangre; además se relaciona el consumo de leche con la aparición de cáncer de mama y de ovarios, claro está, que para ello es muy probable que se tenga que consumir cantidades industriales de leche; por lo tanto, tampoco se asegura que tomarla de vez en cuando pueda en realidad producir cáncer.
Los humanos somos los únicos que consumimos leche aún en etapa adulta, lo que no es realmente necesario, además de que al igual que las crías de las vacas la leche que nos beneficia a nosotros es la leche materna y no la de otras especies.
Pero si el consumo de leche natural puede traer ciertas consecuencias para la salud, ahora agreguemos el hecho de que la leche comercializada en empaque y botella puede ser todavía más preocupante por la cantidad de antibióticos, además de las hormonas que se le inyectan a las vacas para su crecimiento forzado, y eso sin tomar en cuenta los aditivos que se le agregan a algunas marcas de leche enlatada o tetra-pak como: ascorbato de sodio, carbonato y bicarbonato de sodio, peróxido de hidrógeno, cloruro de calcio, fosfatos sódico y potásico, citratos alcalinos además de la presencia de metales pesados y la cera que contienen algunos envases que también puede resultar cancerígeno.
Un ejemplo de los "suplementos hormonales" que se le dan a la vaca para producir más leche es la somatotropina bovina recombinante que se comercializa por los buenos muchachos de Monsanto con el nombre de POSILAC desde finales de los años 80 con la finalidad de que las vacas aumenten su producción de leche entre un 20 y un 30%, lo cual quizás no parezca ningún problema, pero se debe tomar en cuenta que este producto estimula la producción de la hormona conocida como IGF-1 que también se relaciona con el cáncer.
En el caso de los bebés no hay duda de que la mejor leche es la materna, y en el caso de los adultos quizás hay quienes no se puedan resistir a un vaso de leche con chocolate, un helado o quizás un "delicioso" café con leche de Starbucks en sus diferentes variedades que puede aumentar el riesgo de cáncer, porque desde hace tres años se creó controversia cuando se encontró otra sustancia cancerígena conocida como acrilamida que está presente en el café tostado de esta empresa, además de otros productos como las papas fritas y el pan.
Y por último, una razón no menos importante para evitar el consumo de leche de vaca es que las vacas producen gases de efecto invernadero ya que estos animales generan gran cantidad de metano en su proceso digestivo, este porcentaje es mucho mayor al que genera cualquier medio de transporte tal y como se describe en el documental COWSPIRACY de Netflix que a continuación les comparto, no sé si siga en la plataforma debido a que cancelé el servicio temporalmente. En este documental se enfatiza además el hecho de que se requiere de una gran cantidad de agua para poder regar los campos en donde se alimentan las vacas.
Ante los datos presentados que son solo unos cuantos acerca de los beneficios nulos que pueda traernos el consumo de leche y sus derivados, quizás deberíamos considerar preparar en casa leche de avena o leche de soya, haciendo énfasis en el hecho de prepararla en casa porque algunas marcas de leche de soya por ejemplo también tienen su "secretos nocivos" por los peligrosos aditivos que contienen.